domingo, 9 de mayo de 2010

Ven a jugar conmigo le propuso el principito. Estoy tan triste... No puedo jugar contigo dijo el zorro. No estoy domesticado..

Hace días que no escribo nada en mi blog, por diferentes motivos no he escrito nada, desde esguinces en el pie y peleas en la familia, hasta metafóricos dolores de heridas en el corazón.

En estos días me han sucedió algunas cosas, las cuales me han hecho replantear las decisiones que he tomado sobre las cuales tengo poder de elección, desde palabras que digo, hasta cosas que hago, pero a final de cuentas todas traen consigo una reacción, la cual no hace mas que reconfirmar la ley de Newton que habla sobre que ha toda acción hay una reacción, uno no puede decir o hacer algo sin que exista una reacción de palabra o hecho.

Desde niño una de las cosas que mas me ha gustado hacer, ha sido la de leer, de niño me entretenía leyendo una y otra vez, viajaba e imaginaba y me perdía en los vastos mares de letras que daban forma a los libros, felizmente naufragaba en el profundo océano de las letras que formaban palabras. Palabras que daban vida a conceptos, preceptos, historias, leyendas, hipótesis, teorías, amores, desamores, aventuras, ideas, miedos y muchísimas cosas mas. Era un viajero en el maravilloso mundo de la lectura.

El habito de la lectura me ha dado algunos beneficios, entre los cuales pienso que los mas notorios, han sido el obtener conocimiento y el de poner atención a las personas y a las cosas que me rodean, sin embargo uno de los buenos hábitos que hasta el día de hoy no he podido obtener de la lectura, es el escribir correctamente, no se escribir con reglas ortográficas y creo que esa falla de no expresarme correctamente, sin darme cuenta se ha ido magnificando, ya que si antes mi falla era solo notoria en la escritura, ahora ya no solamente es en la palabra escrita, sino que ahora también es en la palabra hablada donde yo no sé y donde no puedo expresarme de la manera correcta.
Así como en la palabra escrita una simple omisión o una incorrecta aplicación de una regla ortográfica cambian por completo el significado de la palabra, sucede lo mismo con la palabra hablada. Por ejemplo un silencio o una palabra de mas o de menos, cambia completamente el significado de lo que estamos hablando ó de lo que queremos decir.

Recuerdo que en el libro Le Petit Prince, cuando el principito conoce al zorro, éste es quien le enseña la lección de crear vínculos, le explico sobre los ritos, los cuales hacen que sea diferente un día de otro, además de que el zorro le cuenta el secreto de con que se debe mirar para observar lo esencial.



Cuanta razón tenia Antoine de Saint-Exupéry al escribir esas palabras, que razón tenia cuando dijo que los vínculos son lo que nos unen con las personas y que nos hacen diferentes individuales y especiales para las personas que están con nosotros: Y cuanta razón tenia cuando cometo que los ritos es lo que hace que sean diferentes un día de cualquier otro y una hora de cualquier otra hora.

Cuando estamos con alguien especial, irremediablemente creamos vínculos y hacemos ritos, los cuales poco a poco nos van domesticando hasta que lo consiguen por completo. Y sabemos que ese alguien es especial porque lo observamos con lo que el zorro le dijo al principito que tenía que mirar para observar lo esencial.



Creo que al igual que al zorro, a mi también me domesticaron, porque extraño el vinculo y los rituales.


Y así como le dijo el zorro al principito que iba a llorar cuando se alejaran, yo también digo que te voy a llorar.