martes, 16 de febrero de 2010

Adiós a la carne


De todos los carnavales que se celebran en el mundo, hay dos que en especial me gustaría ir, tanto por la fama que tienen como por todo lo que cultural e históricamente los rodea.







Uno de ellos es el carnaval de la isla de Venecia en Italia






Y el otro es el Carnaval de Brasil, específicamente el de Rió de Janeiro






Mientras que el carnaval de Venecia lleno de mascaras y atuendos que junto con sus portadores exudan finura y elegancia al andar a lo ancho y largo de las plazas, calles, palacios, ó mientras navegan los canales venecianos a bordo de alguna góndola







Sin la necesidad ni el apuro de buscar algún rincón oscuro que les permita el anonimato para poder disfrutar de los excesos que son permitidos y bienvenidos durante los días que dura el Carnaval



El Carnaval de Rió de Janeiro tiene ese sabor tan especial que le da la samba y lo erótico y sexual de la combinación entre la belleza de los cuerpos femeninos enmarcados por sus playas





Esa amalgama le otorga al Carnaval de Río un aire de libertad total para disfrutar de los placeres que proporciona la carne, nuestra propia carne





Aunque algunos son casi identicos

















Y otros muy diferentes



















Todos los carnavales del mundo tienen una cosa en común, y esa es; Que todos los excesos son permitidos










Todos






Y al terminar el carnaval, no tendremos que preocuparnos de que alguien juzgue ó conozca nuestros excesos cometidos, porque usamos mascaras y disfraces que mantuvieron ocultad nuestra verdadera identidad ante los ojos de los demás









Incluyendo los de Dios.

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