jueves, 3 de septiembre de 2009

Mariana Mariana

Hace algunos años cuando aun trabaja por la colonia Narvarte, tuve la oportunidad de rentar un departamento en la vecina colonia Roma , era uno de los pocos edifcios que sobrevivieron al terremoto del 85 y según se decía ¡ahy asustaban! a mi no me importo mucho, digo no todos los días podía darme el lujo de ir a varios lugares para buscar rentar un bien inmueble, osea de ir a preguntar si puedo, pero yo me refiero a ir con la real intención de rentar y no solo por preguntar como en algunas ocasiones todavía lo hago.

A diferencia de mi cuarto en mi casa, el lugar que estaba rentando lo tenia impecable muy limpio y bien adornado, aunque también no lo usaba todos los días, a lo mucho me quedaba a dormir 2 días por semana y eso era mucho, mas bien lo usaba para relajarme y desestresarme del poquísimo estrés que en esos años tenia, recuerdo que el refrigerador era uno de esos refrigeradores chaparritos y mi sala, eran unas sillas totalmente distintas unas de otras, una era de madera otra era de las que dan en las cervezas y la tercera, era una de las que usan en Acapulco que están hechas como de hilos de plástico y mi mesa era desarmable la base era de color verde y la parte de arriba era blanca, obviamente tanto mis sillas como mi mesa al igual que mi mini refrigerador eran usadas , no tenia televisión pero si un estereo el cual si era nuevo, la cocina casi nunca la usaba y el baño era blanco, blanco como la mayoría de los baños de los deptos que rentan (la verdad es que nunca me gusto ese baño) mi cama era inflable y sillones esos si no tenia, me la pasaba tan bien en mi depto que olvidaba por completo todos los problemas que tenia en mi casa y en el trabajo, también olvidaba las historias de fantasmas que rondaban aquel edificio y aquel departamento, solo me sentaba en cualquiera de las sillas o me acostaba en mi cama y encendía el radio y al mismo tiempo que escuchaba música miraba una parte de la ciudad de México a través de las ventanas de mi departamento, sin preocupaciones o ideas negativas rondando en mi cabeza

Hay algunas colonias de la ciudad que no me gustan, mas que nada por la gente que es muy elitista , nunca me han gustado la Condesa ni la Juárez tampoco la Zona Rosa ni la colonia Roma, pero la parte donde estaba mi departamento era muy tranquila nada que ver con el movimiento y el transito y aglomeraciones de las colonias antes mencionadas, cuando caminaba por la Roma imaginaba como habrían sido las calles y el modo de vida de las personas algunas décadas atrás ¿como seria la secundaria donde se daban las batallas en el desierto? ¿como habría sido Mariana? esa mujer hermosa y sin marido de la que habla Emilio Pacheco en su libro de Las batallas en el desierto. Lo mas cercano que viví a esa experiencia (la de conocer a mariana) fue el tratar a una vecina con quien en ocasiones coincida en la entrada de los departamentos , mi vecina era una mujer guapa de alrededor de unos 30 años que siempre la veía acompañada de su hijo o de sus 2 perros rottweiler, poco tiempo después me enteraría de que no estaba separada de su marido(como si lo estaba la mariana del libro de las batallas en el desierto) sino que su esposo trabajaba de topografo y por eso en ocasiones pasaban meses sin que el estuviera en casa, solo que mi vecina no agüanto las largas esperas y antes de que yo cumpliera mi año de contrato rentando mi departamento , la vecina se divorcio y se mudo del edificio y jamás la volví a ver.

Y las y los chismosos del edificio achacaron el hecho de que se haya mudado a muchas cosas, desde la obvia falta de presencia del esposo, hasta los fantasmas que asustaban a los inquilinos del edificio, después de finiquitado mi contrato y salir de mi departamento, estuve varios años sin ir a la Roma, hasta que gracias a mi doctor que tenia su consultorio en esa colonia, es que comencé a ir a de nuevo. La ultima vez que fui a consulta con mi medico, después de la consulta se me ocurrió irme caminando por toda la Roma (porque me había dicho que se cambiaria de consultorio así que aproveche que era la ultima vez que iría a verlo a ese lugar) y mientras caminaba no pude evitar el pensar en mis ex-vecinos y mi vecina mariana, cuyo nombre real era cristina, ni tampoco pude evitar pensar en mi depto ¿que habría pasado con mi departamento, todavía seguiría en pie o ya lo habrían tirado y construido multifamiliares como los que ahora abundan? Y también ¿que habría sucedido con los fantasmas que asustaban en el edificio?

Tal vez por eso no me gusta ir a lugares donde he pasado buenos momentos, porque se que ya cambiaron y que no siguen como cuando yo los deje y es algo tonto porque todo debe de tener un cambio y como me lo dijeron el día de hoy
Lo poco o mucho que uno tiene, trabajo ha costado tenerlo
Y lo había olvidado, tenia tantas cosas que me costaron tanto trabajo realizar que cuando las obtuve ya no les di el valor real, el valor que de verdad tienen.

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